martes, 24 de marzo de 2015

Vivir el Lolita en comunidad.

“-¡TÉÉ!
-Claro, ¡té! ¿Cómo no se me había ocurrido? Té...
-¡AZÚCAAR!
-¡Azúcar! Claro, azúcar. Dos cucharas... dos cucharas. Gracias, eso es.
-¡JALEAA!
-¡Jalea! Se me olvidaba la jalea...
-¡MOSTAZAA!
-Mostaza, ¡sí!  Mos... ¿mostaza? ¡No! ¡Ni que fuera un sándwich! Limón, ¡eso sí!” –Alicia en el País de las maravillas.
La gran mayoría hemos comenzado el lolita en solitario y luego encontramos o iniciamos una comunidad.
El Lolita en sí es considerado una comunidad hoy en día global, aparte de ser una subcultura, pues no hace falta muchas veces ni hablar el mismo idioma para ver que por todo el mundo compartimos cosas en común.
Pero a nivel local se vive de otra manera, una más cercana y familiar que por las redes. Para mí, la comunidad a la que pertenezco es mi otra familia. ¿No os ocurre lo mismo?
Sábado 21
Por muchos meses que estemos separadas/os hay una imperiosa necesidad de vernos y suele ocurrir que cuando lo hacemos… no queremos que el día acabe o el cansancio acabe con nosotras/os.
Este fin de semana organizamos y llevamos a cabo otro desfile. Con muchas ganas y entusiasmo nos buscábamos por el recinto.
El sábado probamos algunas de las delicias que ofrecían como los takoyaki o el arroz con curry. Yui se deleitó con una soda dulce y al fin tiene una botella con boliche. También nos encontramos con algunas lolitas que vinieron de Tenerife (¡un gran abrazo!).
Domingo 22
El domingo tuvimos algunos percances, pero salimos airosas. Con deseos de llevar el desfile a cabo y con un regusto amargo por hacer “siempre” lo mismo nos pusimos a charlar y salieron nuevos proyectos de boca de todas/os.
Es cierto que a veces, como en toda comunidad, hay desacuerdos. Pero es algo natural ya que tratas con personas diferentes con sus propias ideas y emociones. Sin embargo de esos desacuerdos surgen nuevas ideas y propuestas, precisamente eso es lo que enriquece a una comunidad y es por lo que me encanta poder compartir la pasión por el Lolita con tantas personas.
No dejamos de crecer y evolucionar. Más aún en estos tiempos donde hemos visto que al unirnos podemos hacer muchísimos de nuestros sueños realidad. Tan solo hace un par de años soñábamos con realizar un desfile cual amor platónico, lejano e imposible. ¿Lo recordáis?

Servidora.
Gracias a mi otra familia por todo el apoyo y amor que dan.
Trajes, picnics, tea partys, maquillaje, peinados, eventos, desfiles… nada de eso importa si las personas con la que lo compartes no son importantes en tu vida.
Por eso, si tienes la suerte de pertenecer a una comunidad, disfrutalo y conocelos/as, se acabaran convirtiendo en familia si te abres y dejas que te conozcan.
Nuestra Ro que no pudo estar para las grupales. Te dedico la entrada <3
¿Aún vas por solitario y no te has atrevido? Busca una comunidad cercana y dales una oportunidad. Apúntate al próximo picnic o evento. Atrévete y no te arrepientas de intentarlo.

¡Gracias por leer y hasta la próxima! ~ Yesican

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